viernes, 30 de diciembre de 2011

Persigue tus anhelos. Escucha las críticas pero no dejes que te lastimen. Nadie triunfa por su buena suerte. Los envidiosos molestan, hacen ruido, y parecen destacar, pero su amargura tarde o temprano los hace pudrirse. Al final, cada persona está exactamente donde debe estar. Todos somos la suma de nuestros actos.
-¿Me estás diciendo que para ganar hay que ir en oposición del mundo entero?
-No lleves las cosas a los extremos. Estoy diciendo que para triunfar, hay que remar contra la corriente de los mediocres que te quieren ver hundido…
-¿Pero no es ilógico que, a cambio de ser unas fieras que no obedecen a los compañeros, tengamos que ser unos corderillos obedeciendo a los papás?
-¡No es tán difícil de entender! Debes tener un código de vida, identificar a los que te quieren ver triunfar y unirte a ellos. Sé que los jóvenes de hoy se jactan de su libertad y de no obedecer a nadie, pero todos obedecemos a alguien, todos. El que no obedece las normas de la sociedad o de la familia, obedece las normas de sus amigos, de sus vicios, de sus necesidades creadas y dañinas…


1 comentario:

  1. Me gusta, es verdaderamente cierto. Siempre presumimos de que hacemos lo que queremos, cuando muchas veces solo seguimos las palabras de las personas que no nos convienen..

    http://colligevirgorosam.blogspot.com me sigues? Si me lo haces y me dejas un post paso de vuelta :) Muchas gracias! :D (y que tengas un buen día^^)

    ResponderEliminar